HERNÁNDEZ ZÚÑIGA, ERIK ALEJANDRO
El Derecho Romano tiene ya más de dos mil setecientos años de existencia y de estudio y poco menos de los mismos, siendo pieza fundamental y de gran influencia en la cultura jurídica actual.
Es cierto, el Derecho Romano, aquel conjunto de instituciones, filosofía, procedimientos y conceptos pareciera cada día más alejado de las nuevas corrientes y definiciones modernas, empero, esa gran influencia, ese ímpetu jurisdiccional, reglamentario y doctrinal, aún permea en los estratos mas fundamentales del derecho actual de alguna u otra manera, y en las distintas familias jurídicas de occidente.
Nuestro caso no es distinto. La cultura jurídica mexicana deriva de un cúmulo de relaciones entre el derecho romano, germano y canónico, sin olvidar, al derecho Castellano e Indiano, que en suma, fueron, paulatinamente, además de las corrientes filosóficas de los revolucionarios franceses y de las trece colonias, dando forma al derecho del México Independiente.
Podemos decir que nuestro derecho mexicano actual es ahora un derecho entrelazado a interpretaciones que van más allá de su propia jurisdicción territorial, como en el caso del Sistema Interamericano de derechos humanos, a través de figuras como el principio pro persona, el bloque constitucional, la interpretación conforme y el control difuso de constitucionalidad y convencionalidad.
Sin embargo, en éste universo de posibilidades jurídicas, el conocimiento y estudio del Derecho Romano, sigue siendo obligatorio, en razón de la importancia, justamente, de esas instituciones, conceptos y procedimientos.
Así pues, la intención de este libro, estriba en la necesidad de brindar a las nuevas generaciones de alumnos de derecho, un texto sencillo, organizado, y sin más consideraciones teóricas-históricas que las estrictamente necesarias, a fin de que su estudio, no se convierta en una pesada y aburrida carga, de la cual pocos salen avantes.
Este libro esta dirigido a los alumnos de primer ingreso a la licenciatura en derecho, a profesores y a cualquier persona interesada.