Durante mis ya considerables años de experiencia en la enseñanza de las ciencias sociales, me he percatado que una de las principales dificultades que se presentan a los alumnos se debe al escaso manejo de una terminología apropiada. Así, gran parte del curso debemos dedicarlo a la explicación de una serie de términos que deber ser unívocos, o de lo contrario no estaríamos pisando el terreno científico.